Camagüey: la ciudad de los tinajones no se parece a ninguna otra ciudad de Cuba. Situada en el centro-este del país, esta joya colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famosa por sus callejones enredados, sus plazas tranquilas y sus enormes tinajones de barro que adornan patios y parques.
Los tinajones son grandes vasijas de barro que antiguamente se usaban para almacenar agua de lluvia. Hoy, se han convertido en símbolo de identidad camagüeyana. Los verás en plazas, patios, jardines… y según la leyenda local, quien beba agua de un tinajón ¡siempre regresa a Camagüey!
Fundada en 1514 como Santa María del Puerto del Príncipe, Camagüey es una de las siete villas originales de Cuba. Su centro histórico, uno de los más extensos y mejor conservados de la isla, se caracteriza por su diseño irregular: calles estrechas y serpenteantes pensadas para confundir a los piratas que solían atacar la ciudad.
Pasear por Camagüey es perderse con gusto. Cada esquina guarda una sorpresa: una iglesia barroca, una galería de arte, un café en un patio interior o un taller de cerámica artesanal.
Camagüey vibra con una vida cultural intensa. Es cuna de importantes artistas plásticos, escritores y bailarines, y alberga instituciones como el Ballet de Camagüey. Sus plazas —como la del Carmen o la de San Juan de Dios— son escenarios vivos de expresiones culturales y ferias artesanales.
La ciudad posee facilidades de alojamiento que combinan la arquitectura colonial con la calidez de lo local. Casas particulares y hoteles boutique se adaptan a diferentes presupuestos y estilos de viaje, ofreciendo hospitalidad, gastronomía típica y atención personalizada.
La cocina en Camagüey tiene fuerte influencia española y africana. Prueba platos como el arroz con pollo a la chorrera, el ajiaco o los dulces de coco y guayaba. En el centro histórico abundan restaurantes y paladares con propuestas tradicionales y de autor.
Ya sea que la visites como parte de una ruta por el oriente cubano o como destino central, Camagüey ofrece una experiencia auténtica, alejada del turismo masivo y perfecta para quienes buscan conectar con el alma de Cuba.
